Por Rosi Hernández
Como muestra del desespero, al no
contar con nadie más que sus sombras, los mercenarios Berta Soler
y Ángel Moya continúan
pagando a hombres, por falta del personal femenino, para el espectáculo que realizan cada domingo en
Lawton. El nuevo demonio que salió de esta sucursal del
infierno se llama Lázaro Jesús Díaz
Rodríguez y es todo un personaje en el
barrio de San Miguel del Padron donde reside.
Este delincuente es paciente
psiquiátrico destacándose en varias actividades, todas de carácter delictivo y violento. Iniciando
con las golpizas que le propicia a su
madre y hermana. Pasando por las
constantes entradas a prisiones como
Valle Grande, María Rosario y La Lima
por transgresiones tan repugnable como el Abuso Lascivo y el delito de Inviolabilidad
Diplomática, debido a que acostumbra a realizar llamadas a la Embajada
Americana y amenazar a su personal diplomático. Pero para colmo de males el
elemento que distingue a este nuevo
fichaje de las Damas de Blanco es su adicción a la bebida, combustible que
moviliza su comportamiento en función de gritar, cantar, bailar o brincar como sapo, esto en
dependencia de la cantidad de Ron que se le regale.
Señores, continúan fracasando
exponencialmente estos ladrones y prueba de eso es que en la mansión que llaman
Sede, se ha escuchado gruñir como ogra a Berta, debido a las
discusiones con las dos o tres mujercitas que les quedan. Por lo tanto
creo que el espectáculo continuará siendo protagonizado por cualquier otro delincuente de poca monta que
aparezca. Siempre y cuando posea antecedentes penales, problemas con las
bebidas, bajo coeficiente intelectual y esté dispuesto a recibir el pago por
sus servicios en bebida y comida.
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